Pocos términos admiten tantas definiciones, y tan eclécticas como el diseño. Y muchos son los que han intentado aportar su granito de arena sacándole punta a algún aspecto concreto, extendiéndolo
a terrenos vírgenes o sencillamente adheriendose al fenómeno branding de la etiqueta en un claro esfuerzo por traer el ascua a la sardina propia...
Moholy-Nagy decía que el diseño es la organización de materiales y procesos de la forma más productiva, en un sentido económico, con un equilibrado balance de todos los elementos necesarios para cumplir una función. No es una limpieza de la fachada, o una nueva apariencia externa; más bien es la esencia de productos e instituciones.
Esta y otras definiciones salen en ocasiones cuando conversas con Naso sobre arte y otras cosas importantes. Desde hace tiempo marea textos, reflexiones y pequeñas reliquias pedagógicas de su época de profesor en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Dice que tal vez en algún momento puedan convertirse en un libro...
Querer saber porqué suceden las cosas, las causas que determinan su producción; mucho años de experimentación; la necesidad de compartir su experiencia con los alumnos o con cualquiera interesado en la creatividad, son el motor de este trabajo intelectual; que llegue a publicarse algún día o no, vive presente en cada cosa que hace, cada cuadro, cada obra, cada propuesta o cada idea.